Decidiste decir que sí . Y comenzar tus treinta años al lado de la persona más adaptada a tu cielo eterno. Decidiste decir que sí , para seguir corriendo juntos por el cemento, soltando humo por el sol que los arropa, para iluminarles bien el camino y evitar caídas. Decidiste decir que sí , para seguir escondiendo los detalles de cotidianidad que tanto nos cuesta evidenciar a las mujeres. Decidiste decir que sí , porque entendiste que no siempre lo que parece, es... Y que debajo de una camioneta y una Columbia, se escondía el verdadero amor de tu vida. Decidiste decir que sí , para que te llenen de flores frescas si se cruzan por el mercado mientras compran los vegetales para un rico plato de mediodía. Decidiste decir que sí , para seguir guardando chucherías en su bolso de la comida todos los días, para que sonría por un detalle y siga su rutina. Decidiste decir que sí , para que la playa siga siendo tan especial como siempre lo fue, pero nunca tan cálida como ahora que e
A veces vemos una película, escuchamos una canción, o presenciamos una expresión artística, y juramos que fue hecha para nosotros. Siempre me pasa, y supongo que a todo el mundo. Luego de muchos años comprendí que no estaba hecha para cada uno de nosotros, sino que la vida tiene un efecto circular; si no te pasa al inicio, te pasa al final. Eso hace que cada historia en algún momento de nuestra vida nos llegue al corazón: buena o mala, sólo que llegue. La vida está llena de momentos, y el aprovechar la vida sólo consta en aprovecharlos y vivirlos como si fuese el último día: Carpe Diem. Eso nos lleva al extremo de la felicidad, o de la tristeza. Siempre buscarás aprovechar al máximo cada momento, intensificarlo, y por ende, aprender de él. Todos compartimos los mismos temas, aunque a veces variamos la trama: amor, familia, sociedad, felicidad, tristeza, lujuria, pasión, deseo, asco, ansiedad, nervios... Todo eso hace que ningún día de nuestra vida pase por debajo de la mesa.